Los riesgos de tipo de cambio ocurren cuando una empresa tiene activos y pasivos en su balance cifrados en una moneda distinta del peso mexicano. México forma parte del mercado internacional de divisas, y la mayor parte de las operaciones se realizan en el mercado peso-dólar
En las operaciones de comercio exterior existe siempre, excepto para los países de la zona euro, un riesgo de cambio implícito en las operaciones. Este riesgo de cambio dependerá de la moneda en que se haya denominado la compraventa, así como de las posibles operaciones que puedan efectuar el importador o el exportador.
Tipos de riesgo de cambio
El riesgo cambiario puede resultar en un balance negativo o positivo dependiendo si el tipo de cambio juega a favor o en contra de los intereses del inversor o compañía. Se da independientemente de si los inversores invierten en el país de origen o en el extranjero.
Existen diversos tipos de cambio que se pueden clasificar en función al tipo de exposición que puede afectar el flujo de capital, el valor del mercado, competitividad e información financiera. Por ejemplo:
- Exposición de transacción:es el riesgo de que el tipo de cambio sea desfavorable cuando se realiza una transacción que implica una conversión entre divisas.
- Exposición de conversión:esta exposición es proporcional a la cantidad de activos denominados en moneda extranjera.
- Exposición operativa o económica: hace referencia al grado en que el riesgo cambiario afecta el valor de mercado de una empresa o inversiones.
¿Cuándo se origina el riesgo cambiario?
- Cuando se consigue un derecho de cobro en una divisa distinta al peso, por venta de un producto o servicio.
- Cuando se ejerce el cobro de la venta, transformándose a pesos, después de un plazo en el que el tipo de cambio de la divisa extranjera, con relación a la moneda nacional, sufrió cambios.
- Cuando se modifica la estructura patrimonial de la empresa; este cambio podría ser positivo o negativo como consecuencia de la fluctuación del cambio.
Si no se reduce el riesgo en una empresa, tanto el importador como el exportador pueden verse afectados. Es aquí cuando hay que aplicar las coberturas cambiarias.
Estrategias para reducir el riesgo cambiario
1. Contrato a plazo (forward)
Este contrato obliga a sus participantes a comprar / vender un determinado activo (subyacente) en una fecha específica futura a un cierto precio. Parte de un subyacente a su precio actual y costo de financiamiento.
2. Cobertura con cuentas en divisas
Las cuentas en divisas favorecen las coberturas si además con ellas se utilizan contratos de compraventa de divisas al contado o a plazo.
Las diferencias en el tiempo entre la fecha de cobro y la de pago junto con los contratos spot o forward que pueda hacer la empresa hacen que las compañías puedan ajustar sus tesorerías y comprar o vender divisas en el momento más adecuado a sus intereses y con menos coste para ellas.
3. Opciones sobre tipos de cambio
En este caso, el comprador (exportador o importador) adquiere el derecho a vender o comprar la cantidad de divisas pactada en el contrato al cambio indicado en el mismo, (strike price), en una fecha de vencimiento futura, a cambio del pago de una prima por parte del comprador de la opción a favor del vendedor de la opción.
4. Mercado de futuros sobre divisas
Es un contrato a plazo que tiene por objeto la entrega o recepción de divisas, que es al activo subyacente, en una fecha futura y a un determinado tipo de cambio, estando el contrato normalizado en cuanto a su nominal, objeto y fecha de vencimiento, negociado en un mercado organizado cuya sociedad rectora los registre, compense y liquide, actuando como compradora ante el vendedor y como vendedora ante el comprador.
El objetivo de contratar futuros es eliminar la incertidumbre del tipo de cambio, es decir, eliminar el riesgo de cambio que puede modificar de forma importante el valor patrimonial de la empresa.
5. Swaps
Un swap de divisas es un acuerdo contractual por el que dos partes acuerdan intercambiarse unos importes en distintas divisas en una fecha determinada, con el compromiso de reembolso de dichos importes, a uno o varios vencimientos establecidos, y de acuerdo con unas condiciones fijadas que corresponderán al abono de intereses y la devolución del capital del swap.
Los contratos swap comprometen a los dos contratantes a intercambiar unos flujos futuros en unos intervalos establecidos previamente.
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